viernes, 29 de agosto de 2014

Algunos efectos de las redes sociales

Las redes sociales, no aptas para el debate. Según los autores de un estudio, las redes sociales contribuyen a la polarización de la sociedad, rebajan la diversidad de opiniones y reprimen la participación en asuntos públicos...

martes, 19 de agosto de 2014

Confirmación de una obviedad

Me encantan los estudios científico-sociológicos que demuestran lo obvio: que la madre esté en casa tiene grandes beneficios, también académicos, para los niños, y no sólo para los más pequeños sino también para los más mayores. Un estudio noruego, por cierto (como el programa de televisión sobre las inconsistencias de la ideología de género).

lunes, 18 de agosto de 2014

Condenar el terrorismo islámico

Más de una vez he dicho que cómo es posible que desde los países musulmanes no se condene el terrorismo islámico. A partir de ahora me voy a callar.

domingo, 17 de agosto de 2014

Genocidio contemporáneo

La ley del progreso es que cuando las máquinas son mejores las atrocidades son mayores. Por eso, la expresión genocidio medieval se queda muy corta y es injusta con los medievales.

lunes, 11 de agosto de 2014

¿Quién tiene razón?

Yo también creo que Amazon tiene más razón... pero no estoy seguro (del mismo modo que agradezco los mejores precios y la facilidad de compra y la eficiencia de las grandes superficies y de los hipermercados..., pero no estoy seguro que sea mejor ese modelo que el de muchos pequeños comercios). En fin, veremos.

sábado, 9 de agosto de 2014

Serenidad y éxito

Un buen artículo con un título mejorable: Cómo la gente con éxito sabe permanecer serena. Los consejos están bien: por eso el artículo es bueno. Que la gente con éxito sea el modelo que hay que imitar es lo que hace que el título sea malo. La "elegancia bajo presión" (que Hemingway valoraba tanto) es una consecuencia de la categoría humana y profesional, y no necesariamente tiene que ver con el éxito.

Comentarios miserables

Los comentarios miserables siempre provocan que todos, menos quienes los hacen, queden avergonzados.